Existen dos tipos de modalidades:
- Simplificada o modelo D-101 que será la adecuada para los contribuyentes que obtengan rentas del trabajo, capital mobiliario (depósitos, cuentas bancarias), capital inmobiliario (alquileres) y rentas inmobiliarias imputadas de inmuebles urbanos no afectos a actividades económicas, ganancias y pérdidas patrimoniales sometidas a retención o ingreso a cuenta (fondos de inversión, premios de juegos, concursos) así como las plusvalías obtenidas de la transmisión de vivienda habitual cuando se reinviertan en la adquisición de la nueva vivienda habitual.
- Ordinaria o modelo D-100 que será la adecuada en caso de percepción de rendimientos de actividades económicas.
Están obligados a presentar la declaración de IRPF los contribuyentes que pretendan deducir por inversión de la vivienda habitual, aportaciones a planes de pensiones, aportaciones a cuentas vivienda y cuenta ahorro-empresa o para solicitar las devoluciones por razón de las deducciones por maternidad.